El 'Espai Barça', el proyecto que tiene en mente Joan Laporta para llevar a cabo la remodelación del Camp Nou, podría suponer un riesgo grave para el Fútbol Club Barcelona.
Al parecer, Goldman Sachs, que se trata de uno de los grupos de banca de inversión y de valores más grande del mundo y el encargado de llevar a cabo la financiación, habría pedido la propiedad del club como garantía de los 1.500 millones que hay que adelantar para la obra.
Esto significa que, si el Barça dejase de pagar a esta entidad porque no tiene dinero, los inversores americanos se quedarían el club y se convertiría en SAD (Sociedad Anónima Deportiva), por lo que el club dejaría de pertenecer a los socios.
Joan Laporta, contra las cuerdas
Esta información ha sido desvelada por el medio afín al Barça, 'Culémanía'. Si Joan Laporta acepta las condiciones de Goldman Sachs, supondría un riesgo demasiado grande.
Por lo tanto, el presidente azulgrana y su junta directiva podría optar por irse con otros inversores que pidan más intereses todavía, pero que no exijan esa condición.
Una encruzijada a la que tiene que hacer frente un Joan Laporta que parece de lo más tranquilo. Al menos públicamente, pues su comportamiento en la King's League, saltando y cantando completamente eufórico, no contrasta para nada con la delicada situación del Barça ya no solo con esto, sino con todo lo que está sucediendo con respecto al 'Caso Negreira', que podría acarrear sanciones deportivas muy duras (sin jugar Champions o descenso administrativo), que conllevarían unas graves pérdidas económicas.