Si hay algo de admirar del Real Madrid es como cuida de los suyos. Es algo que respira profesionalidad, compromiso y unión de grupo. Esta relación solo hace que fortalecer las aptitudes de cada uno de los jugadores.
Pero para que un futbolista cumpla sus facultades óptimas será responsabilidad del club cuidar de él. Uno de sus jugadores más especiales que cuenta con condición de estrella es Vinicius Jr. El brasileño atraviesa su quinta temporada en el club y con años de recorrido por delante, aspira a ser la nueva leyenda del club.
Por eso, Florentino y sus hombres vieron en él algo especial. El presidente fue quién primero tuvo esa corazonada para ir a buscarlo hasta Brasil y traerlo en una operación que a día de hoy ya se podría considerar una ganga.
Florentino y Vinicius se corresponden con una gran amistad
Aunque la relación entre estos dos actores siempre fue un poco más allá. Al igual que en su día el máximo mandatario del club viajó hasta Lyon para convencer a Benzema, con el brasileño también consiguió un trato estupendo.
Su llegada fue a los 18 años y como todo padre haría, Florentino ejerció como tal. Al jugador primero le pusieron a disposición del Castilla, pero solo duró 5 encuentros allí ya que su calidad pedía a gritos más retos.
Tal es así que en uno de esos desplazamientos, surgió la oportunidad de jugar en un mismo fin de semana con el filial y el primer equipo. Ese era el deseo del presidente, aunque la propuesta no acabó de cuajar.
Con Lopetegui en el banquillo, el vasco tomaba el relevo que le dejó Zidane en esa especie de transición que se pretendió hacer. Al equipo le faltaba sabia nueva y potencial arriba.
Se necesitaba encontrar un nuevo líder y las quinielas ya manejaban el nombre del habilidoso extremo. Algunos querían protegerle, pero la exigencia del guion no permitía retrasar su despegue. El momento de Vinicius tenía que llegar tarde o temprano y el Real Madrid quería hacer gala de ello.
El plan de Florentino que no salió
Así que en uno de esos partidos, en los que parecía más un banco de pruebas. surgió la posibilidad de tantear que el carioca se desenvolviera en los dos duelos. Jugaban contra el Celta, y el equipo vigués, como el merengue, también disponía de su cantera. La jugada era interesante.
Tan solo hacía falta manejar los tempos para que al futbolista le diera el suficientemente tiempo. De ahí surgió el principal impedimento. Pero Florentino siempre tiene alguna solución.
Tal era la confianza depositada en el talento fichado, que hasta le propuso utilizar su avión privado como medida excepcional. El gesto fue agradecido de forma calurosa por el jugador, pero tras varias propuestas por encajar las piezas, el plan no salió como se esperaba.
Aquel avión nunca lo acabó cogiendo, aunque fue el detonante perfecto para dedicarse a tiempo completo al primer equipo. Así se cocinó su incorporación con los mayores.