El FC Barcelona venció en el clásico de pretemporada por tres goles a cero. El Real Madrid fue mejor sobre el terreno de juego y llegó a tirar 19 veces a portería. Sin embargo, no tuvo efectividad de cara a puerta.
Los pupilos de Carlo Ancelotti salieron al terreno de juego con la intención de hacerse con el control del juego. Sin embargo, en el minuto 15 de encuentro, los culés se adelantaron a balón parado con una jugada de estrategia que acababa con disparo de Dembèlè.
Los madridistas, lejos de venirse abajo, siguieron desarrollando su fútbol. De hecho, dieron un paso al frente y se posicionaron en campo contrario. Tan solo, 4 minutos después pudo llegar el empate desde los once metros. No obstante, Vinícius Junior mandó su penalti al larguero.
Esto no mermó la moral del conjunto blanco, que continuó sometiendo al FC Barcelona en todo momento. Alcazada la media hora, Ter Stegen realizó un paradón y evitó el tanto de Rodrygo Goes.
Con un fútbol control, los merengues siguieron siendo dueño y señor del choque. Incluso, en el minuto 40, Vinícius Junior volvió a mandar su chut al larguero y no llegó el empate de milagro.
Poca efectividad, mucho castigo
En el segundo acto, los de Xavi Hernández tuvieron demasiado premio para el juego que generaron. De hecho, consiguieron hacer dos goles en el tramo final. Uno de Fermín López tras una mala salida de Toni Kroos y el último tanto fue de Ferrán Torres, que puso el 0-3.
Pese a ello, el madridismo tiene motivos para ser optimista después de este encuentro. Los suyos generaron peligro gracias a un buen Vinícius y Rodrygo. Eso sí, faltó finalizar jugada.
Carletto dio paso a Joselu Mato, Luka Modric y Toni Kroos. También tuvo minutos Fran García, que generó muchísimo peligro por la banda izquierda. Creó mucho más peligro que Ferland Mendy.
Cumplida la hora de partido, Aurélien Tchouaméni mandó el balón al larguerol después de lanzar un 'mísil' desde fuera del área. El Madrid seguía generando peligro.
Ese dominio no se veía reflejado en goles. El cuadro merengue volvía a amenazar el arco blaugrana, gracias a un remate de cabeza de Joselu Mato, que no veía puerta. Por su parte, Vinícius hacía lo que quería con la zaga culé y en más de una ocasión generaba peligro. En el tramo final, volvió a lanzar la pelota al larguero.
Por último, en dos jugadas aisladas, el FC Barcelona hizo los dos goles que pusieron el 0-3, dejando así un resultado totalmente engañoso. Indpendientemente de lo que refleja el marcador, la parroquia de Chamartín tiene motivos para ser optimista. Queda todo un curso por delante.