El Real Madrid es un equipo en el que su legado será tan grande gracias a la historia de sus leyendas. Jugadores que el Bernabéu nunca olvidará su nombre y todo lo que hicieron por ese escudo. Juanito, Di Stefano, Butragueño, Raúl, Cristiano Ronaldo… ¿Bale? ¿El galés debe ser considerado como una leyenda del Real Madrid?
Su llegada al Real Madrid estuvo catalogada a la altura de los más grandes. Con un cartel de superestrella, llegó al Real Madrid en la temporada 2013/14. El Real Madrid llegó a pagar 120 millones de euros convirtiéndose así en el segundo fichaje más caro del conjunto blanco en toda su historia. Supera a nombres como el de Cristiano Ronaldo o Zinedine Zidane.
Por delante el galés solo tiene a Eden Hazard que copa la lista con 137 millones de euros. La cantidad pagada en su momento por, Florentino Pérez, ¿está justificada tras verlo con años de perspectiva? ¿Ha sido su rendimiento el esperado de un jugador de sus características?
La presión para los nuevos es algo evidente y su adaptación al club a veces es un poco complicada. Además, sabiendo de la cantidad que se ha pagado por ellos, el aficionado merengue exige una respuesta inmediata para que el jugador demuestre lo que ha costado. Con el galés sucedió algo extraño. A pesar de que su vinculación con el equipo fue bastante manejable, tuvo sus más y sus menos para involucrarse con el resto de sus compañeros.
Aterrizaje en Madrid de leyenda
En su llegada vimos a un Gareth: espigado, con el pelo corto, tímido (aunque lo haya sido siempre), y veloz que consiguió encandilar a la parroquia blanca. En un primer momento se le comparó con las prestaciones de Cristiano Ronaldo con el que completaba una tripleta de delanteros exquisita. Su precio, algo similar, era el principal motivo de discusión.
Eran jugadores que desarrollaban su juego por banda izquierda y con la meritocracia de Cristiano impuesta en el equipo, al galés ya se le recolocó en banda derecha para explotar los dos flancos del Real Madrid de la mejor manera.
Pero a un jugador que llega con el cartel de galáctico y tras ser una petición expresa de Florentino Pérez, además de todo el dinero invertido en él, tiene que demostrar su talento sobre el verde. Los goles y la cantidad de veces que levante a la gente de su butaca, es proporcional al nivel de buen juego que pueda ofrecer. De goles para el almacén de los recuerdos, Gareth Bale, tiene unos cuantos.
Goles para la historia
Todos recordamos aquella carrera en Mestalla. La final de la Copa del Rey ante el FC. Barcelona, en la que el jugador desapareció hasta del plano de la televisión para ganarle la partida y dejar en evidencia a Marc Bartra. Aquella final se la llevó el Real Madrid y su gol es casi tan mágico y especial como el propio trofeo. El “Expreso de Gales” dejó boquiabierto a todo el mundo con su zancada y potencia física. Los aficionados madridistas empezaron entonces a asimilar qué clase de jugador era.
Es un hombre de finales. El jugador ha marcado en la mayoría de finales que ha jugado. Aprovecha la ocasión para reivindicarse con goles de talla mundial. En el partido que más expectación puede tener la temporada, Bale, demuestra porque le ficharon. Sus goles en Lisboa y Kiev son solo algunos ejemplos gráficos a lo que nos referimos.
En Lisboa, siguió la veda de goles en la prórroga para la remontada ante el Atlético. Su gol supuso el primer disparo de los de Ancelotti para noquear a los colchoneros. En Ucrania, con la décimo tercera, salió en el momento idóneo del encuentro para remontar el partido con dos goles de talla mundial. El primero, una chilena que conectó de forma bestial casi tocando el cielo de Kiev.
El segundo un zurdazo imparable desde 30 metros que acabó colándose por la escuadra. Pero no ha sido lo único que ha hecho. En la final del Mundial de Clubes de 2018, también fue el encargado de meter al Real Madrid en la final firmando un hat-trick y demostrando que tiene mucha dinamita en sus botas.
Cambio de paradigma con Bale
El jugador galés ha ido pasando por variedad de etapas en la que ha encontrado a sus defensores y detractores. El delantero ha madurado en Madrid, su cambio físico en la segunda temporada, poniéndose a tono y ganando más forma física, le hizo ganar confianza consigo mismo y que se hiciera respetar ante sus rivales.
Ya no era aquel jugador espigado que había llegado con pocas palabras al vestuario. Con más corpulencia, más fuerza y dejándose el pelo largo con ese moño que ya estamos acostumbrados a ver, cambió el paradigma.
¿Dónde está Gareth?
Aunque la trayectoria de Gareth no ha sido nada fácil. Un jugador mermado por las lesiones desde que llegó, se le llegó a criticar mucho por sus continúas recaídas. Los técnicos dejaron de confiar en él y entró en una espiral de debate sobre su continuidad en el Real Madrid.
Su actitud, algo díscola de cara a la galería y su poco entendimiento con la plantilla al no hablar del todo castellano, le apartaron durante mucho tiempo de los terrenos de juego. Llegó hasta perder la titularidad de forma repentina. No contaba para el equipo y veía como jugadores jóvenes le avanzaban en las alineaciones.
Se le criticó por dar un rendimiento mayor con su selección que con su propio club. Numerosos juicios sobre su actitud antideportiva, por parecer que el futbolista no quería entrenar o jugar. Su afición a otros deportes como el golf, también fueron mofa durante muchas semanas y parecía que se estaba perdiendo aquel jugador tan determinante que ganaba finales.
Hubo un tiempo en el que se hablaba más por su comportamiento extradeportivo que su juego en el Bernabéu. Perdieron la fe en él. Con la marcha de Cristiano Ronaldo, parecía que tenía que ser Bale el encargado de ser la nueva estela del madridismo. Pero nunca se atrevió a dar ese paso.
“Gales, golf, Madrid”. Aquella fue la frase que saltó por redes en una fotografía con sus amigos. Las tres palabras mencionaban, más o menos, las sensaciones y prioridades del futbolista. Se puso en duda su profesionalidad. En varias ocasiones fue pillado saliendo antes de hora de los encuentros y no hacer unión de grupo. Algo que no sentó muy bien ni a sus compañeros ni a aficionados.
Cambio de rumbo fallido en su carrera
La actitud de Bale era tan crispante que se le buscó alguna salida que parecía que nunca iba a llegar. El jugador siempre había confesado que era feliz en Madrid y su intención era quedarse. El papel de su agente, también puso muchas trabas a su relación con el club.
Finalmente estuvo un año fuera en formato de cesión. Volvió a la Premier y a su ex equipo, el Tottenham. La condición de estrella la había perdido e incluso en su antiguo club dudaban de su rendimiento. Hubo un tiempo que hasta fue suplente. Su aventura para coger confianza de nuevo, no acabó de cuajar y ahora nuevamente sigue en Madrid.
La vida sigue igual para Gareth Bale
Su relación con el fútbol no ha cambiado. Esta temporada lleva tan solo cuatro partidos jugados y 1 único gol. Termina contrato este próximo junio y puede ser su última temporada con la elástica blanca. Actualmente su valor de mercado es muy reducido y ronda los 3 millones de euros.
Esta es la historia de un talento puro del Real Madrid que su rendimiento siempre ha sido muy cuestionado, pero que en su juego ha demostrado que tiene nivel para jugar en Chamartín y enamorar a la parroquia blanca. Así que, analizada su situación, ¿debe ser considerado Gareth Bale como una leyenda del Real Madrid?