El éxito del Real Madrid la temporada pasada no se entiende sin la presencia y el trabajo de Carlo Ancelotti. El entrenador italiano regresaba al conjunto blanco tras una temporada muy difícil para los madridistas, ya que no se había conseguido ganar nada y Zinedine Zidane terminó abandonando el club. Carletto venía de dirigir al Everton, y muchos afirmaban que ya no estaba para entrenar a un equipo tan grande como el Real Madrid.
No obstante, a base de mucho trabajo y dedicación, Ancelotti no tardó en hacer funcionar a su plantilla. Rápidamente colocó al equipo al frente de la clasificación liguera, y pasó sin problemas la fase de grupos de la Champions. El primer varapalo importante llegó en el partido de ida de octavos ante el PSG, en el que el Madrid solo perdió por 1-0, pero fue muy inferior al conjunto francés y dejó muchas dudas para la vuelta.
Pero el cuadro merengue supo sobreponerse y consiguió darle la vuelta a la eliminatoria en un espectacular encuentro en el Santiago Bernabéu, que incluso fue perdiendo 0-1 al descanso. Sin embargo, tras un hat trick de Karim Benzema en 20 minutos, los de Ancelotti remontaron el choque y la eliminatoria y consiguieron clasificarse para los cuartos de final de la Champions. El Real Madrid acabaría levantando la Decimocuarta (remontando también a Chelsea y Manchester City), además de la Liga número 35, a final del curso.
El heredero de Ancelotti lo tiene en su propio banquillo
Carlo Ancelotti es consciente que lo que ganó el año pasado no hubiera sido posible sin el grupo de futbolistas que tiene la suerte de entrenar y el increíble ambiente que se vive en el vestuario. Pero tampoco podría haberlo hecho sin su gran cuerpo técnico, en el que está también su hijo, Davide Ancelotti.
Su hijo Davide ya fue segundo suyo en su etapa en el Nápoles y también en el Everton. Lejos de lo que decían muchas personas, que afirmaban que estaba allí colocado simplemente por ser su hijo, Davide posee unas capacidades y unos conocimientos futbolísticos muy superiores. De sobra para poder entrenar a un equipo de Primera División.
Carlo sabe de las grandes facultades de su hijo como entrenador, por eso no dudó a la hora de llevarlo también con él a un banquillo tan exigente como el del Real Madrid. Así hablaba el técnico madridista en una entrevista de su segundo: "Davide es muy tranquilo. Está aprendiendo mucho de mí. Ha entendido muy bien lo que es ser hijo de un entrenador. El cuerpo técnico ha crecido mucho y estamos muy unidos. Davide ha asumido más responsabilidad por demostrar que lo vale y no por ser mi hijo”, aseguraba Ancelotti.