La última jugarreta de Joan Laporta, actual presidente azulgrana, ha dejado nuevamente al madridismo a caballo entre la indiferencia y la perplejidad. Hablamos de la última campaña publicitaria de los culés que han vuelto a Madrid a tratar de hacer ruido o más bien quizá sea para pedir algo de clemencia.
En dicha campaña dónde se ha desplegado otra gran pancarta en la que se puede leer: “Raúl es culer”, este medio ha tenido al entorno del exfutbolista y entrenador del Castilla, para conocer su estado de ánimo respecto a ser el protagonista indirecto de esta maniobra azulgrana.
La versión del entorno de Raúl
Según las informaciones que se manejan, todo habría quedado en un total desacuerdo del tema. La palabra que se utiliza en este caso es la de: “indiferencia”. Una expresión que va como anillo al dedo para definir la sensación que hay en la cúpula blanca. Raúl está centrado en otras labores como las de seguir preparando a su Castilla para conseguir buenos resultados próximos.
Poco le preocupa al mítico “7” que se haya utilizado su nombre, además de la poca relevancia que le ven a esta estrategia. En la Comunidad de Madrid, epicentro blanco, la cultura futbolística la domina el club de Chamartín sin ninguna duda. Ni el resto de equipos de la comunidad le han conseguido hacer sombra.
La patética estrategia culé que no da frutos
Parece que dicha campaña se quería llevar a cabo con anterioridad, aunque los últimos fracasos azulgranas como la eliminación de Champions o la derrota en el Clásico, lo taparon todo.
Consideraron entonces que no sería oportuno lanzarla en aquel momento. Un punto de mira claramente enfocado a la polémica y provocación. Miembros del equipo de comunicación blanco, no le auguran demasiado tiempo de existencia a dicha tienda, algo que podría ser todavía más ridículo si cabe.
Gran diferencia con el Real Madrid que ha conseguido mantener dos centros oficiales en la ciudad Condal. Quizá la visita culé debería haber sido para otros menesteres, y no perder el tiempo en tantas absurdidades.