El Real Madrid comenzará los entrenamientos para preparar la gira de pretemporada el próximo viernes 8 de julio. Carlo Ancelotti contará con los futbolistas que no tuvieron compromisos internacionales tras la final de la Champions y con algunos del filial. El 10 de julio regresarán los suramericanos que jugaron con sus selecciones (Militao, Casemiro, Rodrygo, Vinicius y Valverde) y el 14 lo harán los que jugaron la Liga de las Naciones (Tchouameni, Rüdiger, Benzema, Asensio, Carvajal…)
Uno de los que se espera mucho para esta pretemporada y la temporada en general, es Rodrygo Goes. El brasileño fue uno de los mejores jugadores en el tramo final de la pasada campaña y el club confía muchísimo en él, sabiendo que, tarde o temprano, explotará como lo ha hecho su amigo Vinicius esta temporada. Ven en la dupla brasileña el futuro del Real Madrid, los que se encargarán de dominar las bandas del Santiago Bernabéu durante muchos años.
Rodrygo resultó decisivo en todas las eliminatorias de Champions que se vivieron este año en el templo madridista, tanto ante el PSG (cuya salida revolucionó el partido), ante el Chelsea (anotando el gol que forzaba la prórroga) y ante el Manchester City (marcando dos goles en un minuto que mandaría el partido a una nueva prórroga).
La enseñanza de Raúl a Rodrygo sobre lo que es el Real Madrid
Rodrygo fue fichado del Santos a principios del 2018, aunque se incorporaría a la disciplina blanca en la temporada 2019/2020. Al principio comenzó a jugar en el Castilla y, posteriormente, dado su buen rendimiento, fue ganándose poco a poco hueco en el primer equipo.
En el filial, tuvo de entrenador al mito Raúl González. Se cuenta que, tras un partido, en el vestuario Raúl agarró al brasileño y le leyó la cartilla por su comportamiento. En ese momento, el entrenador del Castilla enseñó al joven futbolista lo que significaba estar en el Real Madrid.
Desde entonces, a Rodrygo siempre se le ha visto súper implicado y ultra comprometido con el escudo y la camiseta del Real Madrid. Ese día Raúl le abrió los ojos y le mostró lo que conlleva estar en el club más importante del mundo. Una lección que nunca olvidará y que ha aprendido también estando en el primer equipo.