El Real Madrid tras la victoria en Balaídos ante el Celta de Vigo rompió una racha que se prolongaba durante tres temporadas. En todo ese tiempo el club merengue fue incapaz de cosechar dos victorias en las dos primeras jornadas, algo difícil de creer tratándose del Real Madrid. A pesar de ello no le vino mal para ganar la Liga el año pasado y la de hace dos años.
Y es que el Real Madrid no suele empezar las temporadas como las termina, al menos en estos últimos años. De hecho el curso pasado Ancelotti ganó un partido y empató otro y el club madrileño acabó ganando la Copa de Europa y LaLiga. También arrancó de esa misma forma en la dos últimas temporadas de Zinedine Zidane al frente del equipo blanco.
El último entrenador que logró arrancar la temporada de la misma forma que Ancelotti fue Julen Lopetegui, también el técnico italiano ya lo logró en su primera temporada como entrenador del Real Madrid. Y es que los inicios de temporada no son nada fáciles buen ejemplo de ello es lo que está pasando en el Liverpool de Jürgen Klopp o en LaLiga con el Barça. Los del Merseyside no saben aún lo que es ganar en esta Premier League.
El Barcelona por su parte ya se dejó dos puntos ante el Rayo Vallecano en la primera jornada. O el Atlético de Madrid que perdió este fin de semana ante el Villarreal de Unai Emery. De ahí que un buen arranque sea tan importante como un buen final, el hecho de estar con cierta ventaja desde el inicio aporta confianza a cualquier equipo, más cuando el nivel de competición es tan alto, tal y como ocurre en el campeonato liguero español.
A pesar de todo esto es simplemente un síntoma de lo que puede ocurrir en una temporada. Muchos que empiezan con mal pie aluden a problemas durante la pretemporada, falta de plantilla o faltas en la puesta en marcha sobre todo relacionadas con el estado físico de los futbolistas. Incluso en los últimos tiempos, tal y como le ocurre al Barcelona con Jules Koundé, por problemas para inscribir a sus jugadores.