La victoria del Real Madrid en el derbi de los cuartos de final de la Copa del Rey ha parecido enfadar más de lo normal al Atlético de Madrid.
Y es que, ayer, a última hora, el club rojiblanco emitió un comunicado oficial en el que rajaba de los madridistas y del arbitraje de Soto Grado.
El Atlético de Madrid y Miguel Ángel Gil Marín acusaron el poder y la influencia del Real Madrid para presionar a los árbitros.
Un acto lamentable y bochornoso de un club que vive permantemente acomplejado y que no sabe aceptar una derrota frente a su eterno rival.
Florentino Pérez está indignado con este comunicado del Atlético y ha hecho que la relación entre ambos clubes esté más tensa que nunca.
La jugada que cambió una Liga
Los colchoneros se quejaron de que Dani Ceballos tuvo que ser expulsado por doble amarilla, debido a una entrada al borde del área sobre Lemar.
Pero, tal y como han señalado varios colegiados y periodistas, según dicta el propio reglamento, esa entrada no puede ser castigada con tarjeta porque es un choque entre los dos sin balón y no hay voluntariedad ninguna.
Además, a Gil Marín y al Atlético de Madrid habría que recordarles una jugada que sucedió hace un par de años en un derbi que definió una Liga.
Ocurrió en 2021, en el Wanda Metropolitano. El Madrid iba perdiendo 1-0 y hubo una mano muy clara dentro del área rojiblanca que no vio Hernández Hernández.
El VAR llamó incluso al colegiado canario para que revisase la jugada; pero, tras verla varias veces, inexplicablemente, Hernández Hernández decidió no pitar penalti.
Una jugada que hubiera cambiado el destino de esa Liga, ya que ese partido acabó 1-1 y, si el Madrid hubiera anotado ese penalti, seguramente la habría ganado.
El Atlético ganó ese campeonato por solo un punto, por lo que, en caso de que los blanco hubiesen ganado ese partido, se hubieran alzado con aquella Liga.
No obstante, esa jugada y ese partido parecen no interesar al club colchonero.