El partido ante el Valencia dejó numerosas imágenes de todo tipo. Quizá el fútbol que protagonizó el Real Madrid, no fue el más acertado o vistoso pero aún así se volvió a ganar un partido y el domingo el equipo jugará una nueva final.
Aunque aquel sufrimiento innecesario podría haber dejado a alguien tocado más de la cuenta. Hablamos de Carlo Ancelotti, quién en la tanda de penaltis, escogió verla apartado de su zona técnica y alejada de cualquier ruido.
Serio, con tensión pero concentrado vio como sus pupilos cumplían, pero tal y las imágenes que cazaron en “El Chiringuito”, ¿qué estaría pensando este?
Tranquilidad con la segunda vuelta
En la disciplina blanca, a pesar que Florentino no se desplazara a Arabia Saudí de momento, hay tranquilidad. Este confía en su hombre y sabe que le puede dar buenos resultados.
No hay que matarlo tan pronto, pero desde el propio entorno del cuerpo técnico, hay cierta preocupación por si el equipo se le vuelve a caer o este no logra encontrar la tecla para que los jugadores funcionen sobre el verde.
Lo mismo le ocurrió en su primera etapa con aquel segundo año fatídico que le costó su adiós. Ahora los presagios podrían repetirse ya que el entrenador también vuelve a su segunda temporada en esta segunda vuelta.
Los deberes de Ancelotti
Por ahora ya ha colocado al equipo en la primera final de este 2023, si se coronan el domingo, Ancelotti habrá hecho los deberes.
El trabajo de Carletto se medirá a base del balance de victorias. Si estas son buenas, no habría motivo para pensar diferente. El vestuario está de su lado y todos confían en sus métodos. La siguiente prueba de fuego será revertir la situación en Liga y engancharse al liderato.
Mientras que en febrero también volverá la Champions con el Liverpool. La temporada no está perdida, ni mucho menos. Vivos en todas las competiciones, Ancelotti tiene argumentos para salir victorioso al paso de cualquier rumor. No es justo pedir su cabeza tan pronto.