Parece mentira pero algunos aficionados ya pedían la cabeza de Ancelotti tras la victoria de ayer. El equipo ganó pero generó algunas dudas inciertas que no gustaron a toda la parroquia merengue.
Por ello esa inseguridad o debilidad tomaron como cabeza de turco al máximo resposanble: Carlo Ancelotti. El italiano que ya acumula su cuarta temporada en el Real Madrid, dividida en dos etapas, ya ha alcanzado los 200 partidos como madridista.
En su haber cuenta con ocho títulos y dos Champions, estas últimas muy significativas. La décima con la que rompía años de sequía y la última con un gesta impresionante.
Los que se quieren cargar a Ancelotti
Si el estadio Rey Fahd de Arabia Saudí, hubiera sido el Bernabéu quizá desde algún sector de la grada se hubiera escuchado unos tímidos pitos al equipo u entrenador.
El runrún ya sonó en La Cerámica y a pesar de atravesar unos días en la cuerda floja, el equipo volvía a asomar la cabeza por la senda de la victoria. Aunque les costara una infinidad y sufrieran de forma innecesaria, Carletoo volvía a colocar a los suyos en una final. A partir del domingo, el club se juega un nuevo título, el primero de 2023.
Veremos qué tal se le da el próximo a Ancelotti, que por ahora no tiene motivos para ver peligrar su puesto. El equipo anda feliz, tiene a los suyos concentrados y se espera que este bache sea solo la fatiga del Mundial.
En sus manos está volver a vestir a aquel equipo de gala. Florentino todavía no ha levantado el teléfono ni se espera que lo haga. De hecho hay plena confianza en el técnico. Todavía no se ha dado con la parte más difícil de la temporada y eso consuela, aunque es una advertencia de categoría.
La tranquilidad de Carletto
El italino estuvo mascando chicle como de costumbre desde la banda y en esa bomber con la que nos sorprendió ayer, parecía algo incómodo. Sin corbata, y fuera de casa las cosas no son lo mismo, pero basta con saber que el mismo entrenador les ha vuelto a llevar a una final.
Hay margen de confianza todavía y los jugadores siguen enchufados a su filosofía y dinámica. Los fantasmas de su segunda temporada en su primera temporada, no se llegaron a asomar, pero hay quién quiere su cabeza cuando otros equipos pagarían por llevárselo.
Incluso otros equipos de su misma condición, siguen mirando para otro lado cuando se habla de resultados: Xavi y el FC. Barcelona. El trabajo de Carlo es pausado, pero eficaz. Los resultados siempre llegan y a este hay que dejarle trabajar. Todos pueden tener un mal día, nada más que eso. El domingo borrón y cuenta nueva.