Carlo Ancelotti se caracteriza, entre otras cosas, por ser un entrenador que no se casa con nadie. Es un técnico meritocrático que alinea a los futbolistas que él considera que están mejor y que entrenan mejor. Al comenzar su segunda etapa en el Real Madrid la temporada pasada, el italiano empezó a poner a Vinicius de titular cuando en los primeros partidos de Liga no lo hacía.
Veía que el ex del Flamengo iba mejorando cada vez más y que se dejaba el alma en los entrenos, por lo que decidió apostar por el brasileño cuando la mayoría no daban un duro por él. Y la jugada no pudo salirle mejor, pues el 20 madridista explotó definitivamente bajo sus órdenes y fue el mejor socio de Karim Benzema para conquistar todos los títulos la temporada pasada, a excepción de la Copa del Rey.
También hizo lo mismo con Eden Hazard, quien, al contrario que Vinicius, comenzó como titular para Carletto y a medida que iban pasando los partidos, poco a poco se fue cayendo de las alineaciones. Desde entonces, ha tenido muy poco protagonismo para el entrenador merengue. También en este inicio de curso, en el que el belga apenas ha jugado los minutos finales de algunos encuentros. Ancelotti no lo ve en plenas condiciones como para salir de titular e incluso de revulsivo cuando algún choque se pone complicado.
La anécdota de Ancelotti con Pepe días antes de ganar la Décima
Carlo Ancelotti relató hace unos años, cuando dejó de ser entrenador del Real Madrid en su primera etapa, cómo vivió la Décima con el Real Madrid, la que fue su primera Champions como técnico merengue y la tercera en toda su trayectoria como entrenador. Entre todos los momentos que envolvieron a la final de Lisboa, el italiano recordó con orgullo el gesto de Pepe en la previa del partido, quien le admitió que no estaba para jugar.
"No había nervios, de verdad. Estábamos muy tranquilos, con la cabeza en el partido. Llegamos con Khedira recién recuperado de una operación, con Pepe, Benzema y Cristiano con molestias. Me acuerdo mucho del gesto que tuvo Pepe. Fue muy honesto conmigo, con los compañeros y con el club", contaba el míster.
"El día anterior me dijo que no podía jugar, que en el minuto 15 tendría que salir porque le dolía mucho la rodilla. No es fácil para un jugador renunciar a jugar la final de la Champions, pero él lo hizo por el bien del grupo. Pepe me demostró ser un gran profesional", confesaba Carletto.
Esta misma anécdota la volvió a recordar ayer en la rueda de prensa previa al choque de esta noche contra el Getafe, al ser preguntado sobre el cansancio y la posibilidad de que los jugadores con opciones de ir al Mundial frenen su rendimiento pensando en el gran acontecimiento futbolístico. “La verdad es que solo dos jugadores en mi carrera me han dicho 'mejor no me pongas': uno fue Pepe, en una final de Champions, y el otro Seedorf, en un partido de Liga”.