El Barcelona tuvo a Bernardo Silva como uno de sus objetivos hasta casi el final del mercado de fichajes. A pesar de mostrar un interés tanto en privado como públicamente, en ningún momento enviaron una oferta al Manchester City. El club inglés no se planteó en ningún momento la opción de cederle, por lo que le convencieron para renovar su contrato.
El portugués acabó renovando hasta el 30 de junio de 2026, pero logró ganar cierta libertad para poder marcharse a otro equipo gracias una cláusula de rescisión que se activa a partir del verano de 2024. El precio del traspaso sería de 50 millones de euros.
Dueño de su destino
Bernardo Silva podrá elegir marcharse a cualquier equipo que esté dispuesto a pagar ese precio por él, y por ese mismo motivo, el club merengue analiza seriamente esta posibilidad ante la posible marcha de Kroos y Modric en 2024.
El jugador estaría encantado de jugar en LaLiga, pero todavía es pronto para hablar sobre su futuro. Acaba de renovar su contrato y en el Manchester City tiene un gran equipo y un rol muy importante. El Barcelona intentará pujar por él en la próxima temporada, y cuenta con algo a su favor. El estilo de juego del equipo de Xavi favorece mucho al portugués por sus cualidades asociativas.