Los orígenes y la infancia de Luka Modric no fueron nada sencillos. El jugador del Real Madrid se crio en plena época de la Guerra de los Balcanes, que tuvo a su país, Croacia, en conflicto bélico entre los años 1991 y 2001. En dicha guerra perdió a su abuelo también llamado Luka, quien era peón caminero y se encargaba del mantenimiento de la vieja carretera estatal que unía Dalmacia con Lika, la costa y las montañas de Croacia, y a quien estaba muy unido.
El inicio de la guerra de los Balcanes había herido para siempre el alma de los Modric. La abuela del pequeño Luka fallecía poco después, y su familia tuvo que huir del pueblo. Los que mataron al patriarca de los Modric eran milicianos de la SAO Krajina, seguidores de la causa serbia: responsables de mutilaciones, violaciones en masa y demás masacres... Todo tipo de crímenes de lesa humanidad, en suma.
Sin embargo, el padre de Luka Modric se encontró con una novedad que le impediría cumplir su mayor anhelo. Su hijo tenía un talento muy especial para jugar al fútbol. Tenía 10 años y ya iba a una escuela de balompié en Zadar. Las virtudes del chaval de piernas flacas las vio su tío Zeljko, hermano gemelo de Stipe (el padre de Modric), quien había sido futbolista en su juventud. Luka vivía ya sólo por y para el balón. “Desde que puedo recordar, yo ya estaba jugando con la pelota”. Me veía siempre relacionado con el fútbol", confesaba Modric en una entrevista.
Las dificultades no impidieron a Modric cumplir su sueño
Su tío Zeljkon decidió apostar todo lo que tenía por su sobrino Luka, quien ya había sido rechazado por sus paupérrimas cualidades físicas. “Sabía que nunca iba a ser grande y fuerte como mi padre, menos como mi tío. Ellos me apoyaron a pesar de que la mayoría les decía que no tenía la anatomía para ser futbolista... No me podía desmoralizar”.
Su indemnización como militar, unos 200 euros, fue lo que usó Stipe para continuar pagando la escuela de fútbol de Modric. Sin casa, siguieron viviendo en el hotel en el que se alojaron tras el inicio de la guerra. La madre había conseguido trabajo de costurera. Stipe, por su experiencia militar, fue contratado en técnico de aviones en el aeropuerto militar de Zemunik, en las afueras de Zadar.
Todas las complicaciones que vivió el futbolista croata a causa de la guerra que asoló su país no impidieron a Modric convertirse en el jugador que es hoy en día. Un jugador que ha conseguido ganar el Balón de Oro, ser pentacampeón de la Champions con el Real Madrid y ser una de las mayores leyendas del club madridista. Modric demostró que, a pesar de todas las dificultades que te presente la vida, se puede salir adelante si te lo propones, y más si tienes personas que te ayuden en el camino. Un auténtico ejemplo de vida.