Siempre se dice que el Madrid no sabe despedir a sus leyendas, pero el que ha querido irse bien se ha ido muy bien. Marcelo es el último ejemplo de ello. El brasileño ha estado este último año jugando muy poco, estando a la sombra de Ferland Mendy en el lateral izquierdo. Sin embargo, nunca ha tenido un mal gesto y ha estado comprometido en todo momento, siendo un auténtico capitán, un líder en el vestuario y un verdadero ejemplo para los más jóvenes.
Se ha despedido del Real Madrid a lo más grande, levantando su sexta Liga y su quinta Champions, siendo manteado por sus compañeros y homenajeado por todo el Santiago Bernabéu. Marcelo ha sido un caballero y un auténtico madridista, y se ha visto recompensado con la gran despedida que ha tenido.
Otros jugadores que salieron por la puerta grande
Hay otras leyendas merengues que también se fueron por la puerta grande gracias a su honestidad y su compromiso con el club blanco. Son casos como los de Zinedine Zidane, Hugo Sánchez, Míchel, Sanchís, Arbeloa, Van Nistelrooy, Butragueño, Camacho o Santillana. La mayoría de ellos fueron con Florentino Pérez de presidente.
Todos ellos tuvieron una gran y acalorada despedida del Real Madrid, siendo ovacionados y homenajeados por el Santiago Bernabéu, como le ha pasado a Marcelo. En el caso de Zidane, fue la despedida del Madrid y del fútbol. El francés decidió colgar las botas en el año 2006 tras el Mundial de Alemania.
Aunque recibió el cariño y el amor del Bernabéu en su último partido como madridista, no fue tan buena su despedida como jugador profesional. Zidane llegó a la final con Francia de aquella Copa del Mundo, y la perdería en los penaltis frente a Italia. Además, fue expulsado en la prórroga por darle un cabezazo a Materazzi, una imagen que se hizo icónica para el balompié contemporáneo.
Otros grandes mitos como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos o Iker Casillas no tuvieron tanta suerte. El último caso, que ha sido el de Sergio Ramos, el andaluz le echó un pulso al presidente para que le renovase más años y percibiera más dinero, algo por lo que Florentino no cedió. Finalmente, se marchó por la puerta de atrás y recaló en el PSG, donde ha vivido la peor temporada de su carrera.