El Madrid está sufriendo un arbitraje bochornoso en el Estadio Diego Armando Maradona. De hecho, ha padecido el escándalo de la jornada después de que le pitaran un penalti en contra por una mano de Nacho que no es sancionable. Básicamente, porque viene de rebote.
Clément Turpin, árbitro del encuentro, no la señaló en directo, pero desde el VAR lo llamaron para que revisase la jugada. Tras ver la acción decidió señalar la pena máxima.
Piotr Zielinski no falló desde los once metros. Su penalti lo ajustó tanto que fue al poste, aunque finalmente llegó al fondo de las mallas. Kepa, que adivinó la dirección del disparo, no pudo atrapar el balón.
Cambió el partido
El Real Madrid tenía el partido totalmente controlado. El equipo de Carlo Ancelotti llevaba el peso del encuentro, sin embargo, esta pena máxima lo ha cambiado por completo. Ahora son los locales los que llevan el control y dominio del encuentro.
Carlo Ancelloti ha puesto a Luka Modric con la intención de parar este arreón de la escuadra napolitana. Habrá que ver cómo acaba el choque.