El partido entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid ha estado marcado por el bochornoso comportamiento de un grupo de aficionados del conjunto rojiblanco. Tras el gol de Eder Militao, el partido se suspendió por un momento, debido a que el sector más radical de la hinchada local empezó a tirar objetos a Thibaut Courtois.
El bochorno es evidente, llegando al punto de que personas como Koke y Simeone tuvieron que ir a calmar los ánimos. No obstante, el colmo es que el técnico argentino ha señalado al arquero belga por los gestos que hizo después del tanto de su equipo. "Tenemos que ayudar todos. Si provocamos a la gente, la gente se enoja. Uno puede festejar el gol, pero no mirando a la tribuna, cargándola y haciéndole gestos. No se justifica, pero tampoco lo inicial", afirmó.
De este modo, deja claro el respaldo que tiene esa parte del fondo del Metropolitano. Cuentan con el beneplácito de la entidad, no desde hoy, sino hace tiempo. Tan solo hay que recordar cosas del pasado y siguen del estadio, a diferencia de la medida que sí tomo Florentino Pérez de acabar con los violentos.
Ridículo mundial
Un derbi madrileño es un acontecimiento que se ve en todo el mundo. Está claro que LaLiga no ha salido para nada reforzada y habrá que ver la sanción que recibe el Atlético de Madrid por este incidente.
En los próximos días se sabrá, pero lo que está claro es que se tardará en olvidar esa imagen de integrantes del club rojiblanco hablando con encapuchados. Ha sido todo muy triste.