El Estadio de Lusail fue testigo de un momento especial entre Kylian Mbappé y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, tras la victoria del Real Madrid en la Copa Intercontinental. Al finalizar el encuentro, Infantino no dudó en buscar al delantero francés para felicitarlo.
"Felicidades por ganar aquí", comentó el dirigente mientras estrechaba la mano de Mbappé. Sin embargo, la respuesta del jugador del Real Madrid no pasó desapercibida. "Ahora sí gané aquí", dijo Mbappé, en referencia directa al escenario de la final del Mundial de 2022.
Ese estadio guarda un recuerdo amargo para Kylian. Hace dos años, perdió la final de la Copa del Mundo con Francia frente a Argentina en una tanda de penaltis que quedó en la historia del fútbol. A pesar de haber marcado un hat-trick en aquel partido, la derrota fue un golpe duro para él.
Segundo título de blanco
Con este nuevo título, Mbappé logra redimirse parcialmente en el Lusail. La Copa Intercontinental se suma a su palmarés, y esta vez el estadio fue testigo de una celebración en lugar de una decepción.
La conversación entre Infantino y Mbappé refleja la importancia simbólica del momento. Para el presidente de la FIFA, Kylian es uno de los referentes del fútbol mundial. Y para el jugador, este triunfo tiene un valor emocional especial.
Mbappé fue clave en la final, anotando el gol que abrió el marcador en la victoria del Real Madrid. Su papel como líder dentro del equipo sigue consolidándose, demostrando por qué es uno de los jugadores más destacados de su generación.
Este título marca otro hito en la trayectoria de Kylian con el Real Madrid. En apenas unos meses en el club, ya ha levantado dos trofeos: la Supercopa de Europa y ahora la Copa Intercontinental.
La imagen de Mbappé alzando el trofeo en el Lusail pasará a la historia. No solo por el título, sino también por lo que representa para él cerrar una etapa con un nuevo triunfo en un estadio que antes simbolizaba derrota. Ahora, el Lusail también será parte de sus momentos de gloria.