El Real Madrid recibió un severo castigo por parte del FC Barcelona en el Clásico celebrado en el Santiago Bernabéu. Los pupilos de Carlo Ancelotti no aprovecharon sus oportunidades en una primera parte en la que el conjunto de Chamartín fue superior a los culés. Numerosos fueras de juegos y oportunidades que debieron de acabar en gol, pero que se terminaron marchando al limbo.
Tras el descanso, la intensidad de los blancos bajó y el FC Barcelona aprovechó para adelantarse en el marcador y para hacer sangre. Robert Lewandowski, con dos goles, decantó la balanza hacia el lado culé y Lamine Yamal y Raphinha sentenciaron el choque con dos dianas que provocaron la desesperación y los pitos de los aficionados presentes en el Santiago Bernabéu.
EL ORIGEN DE TODOS LOS PROBLEMAS
El once de Carlo Ancelotti aguantó la primera parte a buen ritmo y creando peligro, pero tras el descanso las carreras de unos y otros no tenían ni la misma intensidad ni la misma velocidad. Ahí está el factor que más preocupa, el de la intensidad y el de la atención a lo que sucede, que únicamente aparece en situaciones extremas y ante el FC Barcelona, no se dejó ver en ningún momento.
De hecho, ya lo dijo el propio Lamine Yamal en nombre de todos los futbolistas del equipo culé tras el partido. Notaron a los jugadores Real Madrid más cansados y fueron a por ellos. "Hemos visto al Madrid muy cansado y hemos apretado", dijo el extremo en la zona mixta.
¿EXISTE UNA MALA PLANIFICACIÓN FÍSICA?
El aspecto físico, la potencia de piernas, la capacidad de recuperación es el otro aspecto que también preocupa. Planificación o no de la temporada, el escenario que ahora mismo muestra el Real Madrid es de no estar en plenitud de forma. Una situación en la que Antonio Pintus queda ciertamente señalado.
Lo dicen los números como quedó demostrado en los últimos partidos de la Champions League y en lo que sucedió en la noche del sábado entre las carreras de unos y otros según iba avanzando el reloj. Los datos de los partidos de la competencia europea son claros y hablan de menos cantidad de kilómetros recorridos, tal y como indican desde el diario Marca.
Tras el partido, el Real Madrid tendrá dos días libres (domingo y lunes) y, tras la gala del Balón de Oro, volverán a los entrenamientos para planificar el choque ante el Valencia CF en Mestalla. Después llegará el reencuentro con la afición en el Santiago Bernabéu, en Champions, ante el AC Milan. Dos duras pruebas que son difíciles de afrontar tras el resultado y las sensaciones negativas transmitidas en el Clásico.