El Real Madrid venció al Real Valladolid por dos goles a cero. En esta ocasión, el equipo blanco sí consiguió transmitir una buena imagen, concretamente en la segunda parte. Además, Kylian Mbappe fue el autor de los tantos y ya ha conseguido ver puerta en el Santiago Bernabéu. Para él es un sueño hecho realidad. El madridismo también deseaba celebrar y corear su nombre.
No obstante, para Carlo Ancelotti no fue el mejor del partido. Ni tan siquiera Vinicius, ni Fede Valverde, que, una vez más, estuvo de sobresaliente y dio la asistencia en el 1-0. El técnico italiano se marchó muy satisfecho con la actuación de Aurélien Tchouaméni. El centrocampista francés estaba en el ojo del huracán porque su inicio de campaña no fue el mejor, pero lo cierto es que ante el cuadro verdiblanco rindió con creces.
Así pues, el míster de Reggiolo, consciente de la importancia que tiene este jugador, le felicitó y se lo dijo delante de todos sus compañeros. Quiere recuperarlo para la causa y confía en sacarle su mejor versión. Al fin y al cabo, el galo es el encargado de darle equilibrio al equipo, de modo que es importante que esté bien en la zona medular.
Un antes y un después
Asimismo, esta victoria contra el equipo de Pellegrini puede suponer un antes y un después. Los jugadores estaban mucho más liberados y se produjo una comunión entre afición y equipo bastante interesante. Conviene resaltar que el Madrid lleva sin perder 34 encuentros consecutivos como local.
Habrá que ver la manera en la que va transcurriendo la temporada. Ahora, lo más próximo son los compromisos internacionales, de manera que Ancelotti tiene motivos para estar más tranquilo después de esta victoria.