El fichaje de Kylian Mbappé por el Real Madrid ha sido la operación más importnte de la última década. En el Santiago Bernabéu se frotan las manos con lo que puede llegar a ser el astro de Bondy durante su etapa como merengue. Por su parte, en el Parque de los Príncipes no se han tomado nada bien su marcha y es lógico. Ha tenido consecuencias mayúsculas.
El cuadro galo ha bajado considerablemente el número de seguidores en redes sociales. No obstante, esto es solo un mal menor, ya que el problema grave llega al ver que el PSG ha pasado de percibir 42 millones por derechos televisivos a recibir solo 22, es decir, ha dejado de ingresar un 47%.
Conviene resaltar el litigio que ha perdido con el propio jugador y es que según el Comité Jurídicio de la Ligue 1 (LFP), la entidad está obligada a pagarle los 55 millones de euros que el futbolista reclama. Esa cantidad de dinero sale del salario de varios meses y también de alguna que otra prima.
Se le acumulan los problemas
Por tanto, parece claro que a Nasser Al Khelaifi se le acumulan los problemas de forma considerable. Su proyecto se tambalea y lo peor es que la imagen de la institución que preside está quedando muy manchada. Cada vez son menos los futbolistas que quieren fichar en el equipo parisino.
Habrá que ver la manera en la que termina el proyecto de Luis Enrique, que empezó su andadura en Champions ganando in extremis al Girona. En Francia, medios afines aseveran que son un equipo más colectivo e insisten en que eso puede ser positivo. El tiempo dictará sentencia.