La dura derrota del Real Madrid ante el Barcelona en la final de la Supercopa de España sigue dejando consecuencias. Una de las más comentadas dentro del vestuario es la pérdida de confianza en Aurélien Tchouaméni.
El futbolista francés, conocido por su calidad como mediocentro, ha sido utilizado en los últimos meses como central por Carlo Ancelotti. Sin embargo, este cambio de posición parece haberle pasado factura. Según Mario Cortegana, algunos compañeros han comenzado a cuestionar su desempeño en este rol.
La derrota 2-5 ante el Barcelona dejó en evidencia las carencias defensivas del equipo. Tchouaméni, obligado a jugar fuera de su posición natural, fue señalado por no transmitir seguridad en momentos clave.
El sacrificio del jugador
Al propio Tchouaméni no le gusta actuar como central. A pesar de esto, acepta el papel porque Ancelotti insiste en que puede ser útil allí. “Él prefiere jugar en el mediocampo, donde se siente más cómodo y puede aportar más al equipo”, señala el entorno del futbolista.
La decisión de Ancelotti de usarlo como defensa ha generado debate en el vestuario. Mientras algunos entienden que hace lo que el técnico pide, otros creen que este experimento afecta tanto al jugador como al equipo.
En el vestuario, las opiniones sobre Tchouaméni están divididas. Hay quienes consideran que el francés ha perdido confianza, no solo por el cambio de posición, sino también por su rendimiento en partidos importantes. Otros creen que el problema radica en la falta de una planificación clara por parte del cuerpo técnico.
¿Un problema de gestión?
La situación de Tchouaméni plantea dudas sobre la gestión de Ancelotti. Sacar a un jugador de su posición natural en un partido tan importante ha costado caro. El Barça aprovechó las debilidades defensivas del Madrid y castigó cada error con contundencia.
El futuro inmediato del Real Madrid será crucial para ver si Tchouaméni logra recuperar la confianza. Mientras tanto, las críticas hacia el técnico y las decisiones tácticas se intensifican, especialmente tras una derrota que golpea tanto en lo deportivo como en lo emocional.