La inesperada confesión de Lunin tras los penaltis de Manchester: "Soy muy..."

El portero ucraniano ha querido desvelar lo que pasó por su cabeza en un momento tan importante, y ha dejado a todos sin palabras

Borja Díaz
21 de Abril de 2024
Lunin confiesa el secreto de los penaltis

El pasado miércoles, el Real Madrid conseguía volver a meterse en las semifinales de la Champions tras lograr vencer en el Etihad, en la tanda de penaltis, al Manchester City. Nadie pensaba que eso podía ocurrir, ni durante el partido ni mucho menos desde los 11 metros.

Un equipo con Bernardo Silva, Julián Álvarez o Foden decían que tenía muchos mejores lanzadores que un Madrid que no contaba sobre el terreno de juego con Vinicius o Rodrygo, y daban casi por seguro la victoria de los citizens desde la pena máxima.

Pero no se había fijado que debajo de los palos defendiendo al Real Madrid estaba Lunin. Quizás no tiene tanto nombre como Courtois, pero el ucraniano es un especialista parapenaltis, y lo volvió a demostrar siendo clave para el triunfo merengue.

Modric había fallado el primero, y con el City lanzando antes, lo tenían todo en contra. Pero se quedó en el centro esperando el lanzamiento de Bernardo Silva, y justo después también detuvo el intento de Kovacic, todo ello aparentando una tranquilidad sorprendente.

La confesión de Lunin sobre la tanda de penaltis

Después de esa emocionante victoria, y antes del Clásico de este domingo, Lunin ha hablado precisamente de esa tanda de penaltis donde acabó convirtiéndose en el héroe, y ha sorprendido a todos con la confesión que ha realizado sobre ese triunfo.

El portero ucraniano sorprendió con su reacción, tanto cuando paró los penaltis como cuando Rüdiger consiguió anotar el suyo para darles la victoria. Él no corrió para abrazarse con sus compañeros, presumía de tranquilidad y de una frialdad claves para ese momento.

“Soy una persona tranquila y algo tímida, pero dentro de mí había una gran alegría después del partido del Manchester City” ha asegurado Lunin, confirmando que, aunque no le vimos ni siquiera sonreír, sí que estaba feliz después de lo que había conseguido.

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