El Real Madrid vence al Granada por un gol a cero, pero está sufriendo un arbitraje lamentable de González Fuertes. El colegiado, que no está siendo nada justo con el criterio de las cartulinas, tampoco pitó un penalti claro de Ignasi Miquel sobre Jude Bellingham.
El defensor del conjunto nazarí toca primero la pelota, pero a continuación arrolla al futbolista inglés del cuadro madridista. Incomprensiblemente, ni el árbitro y tampoco el VAR decidieron pitar penalti.
La realidad es que los arbitrajes en España dejan mucho que desear. Más aún si los comparamos con los que se ven en Europa. Los jugadores y Ancelotti, como no puede ser de otra manera, están totalmente desesperados.
Desde el minuto uno
Desde que arrancó el partido, el colegiado está teniendo una actuación que deja bastante que desear. El arbitraje parece que está dirigido a sacar de quicio a los madridistas y es que hay decisiones que son muy difíciles de entender.
A pesar de todo, los blancos vencen 1-0 al descanso y en estos momentos lideran la tabla clasificatoria. El Real intentará sentenciar el partido en el segundo acto.