Brahim Díaz ya se ha convertido en uno de los futbolistas merengues preferidos por la afición. Su forma de ver el fútbol y sus jugadas han provocado que en poco tiempo se meta al madridismo en el bolsillo.
Ayer volvió a ser uno de los hombres importantes del equipo pese a que tuvo que entrar por sorpresa tras confirmarse la lesión de Vinicius Júnior durante el calentamiento. Ancelotti no dudó en ponerlo desde el inicio y no se equivocó.
El enfado de Brahim
Pese a que se retiró del campo entre aplausos tras hacer una jugada magnífica en la que tiró un caño a Mario Hermoso y estuvo a punto de batir a Oblak. Tras el gol del Atlético de Madrid en el último minuto su cara cambió por completo.
Eso habla bien de la implicación de un futbolista que siempre quiere más. El futbolista andaluz no ha parado de crecer este año desde que el Real Madrid lo trajera de vuelta de Milan, donde ha quedado patente el salto de madurez que ha dado.
Ahora es el jugador número 12 del equipo y tiene en mente seguir creciendo. El Real Madrid ha encontrado un futbolista en el que puede confiar y que da otra cosa al equipo. Las bajas de Vinicius Júnior se notan menos con un futbolista como Brahim Díaz que no aplaza ni la entrega ni el esfuerzo.