El Real Madrid doblegó al Mallorca (3-0) en las semifinales de la Supercopa de España y estará en la final del domingo contra el Barcelona. Será la tercera final consecutiva entre ambos equipos en la competición.
El barcelonismo ya huele el miedo y dedicó parte de sus críticas a resaltar que el primer tanto del Madrid, obra de Jude Bellingham, está precedido por una mano de Rodrygo, pero la normativa se muestra clarísima.
El gol también fue protestado por el Mallorca, por entender que la mano era clave en el inicio de la jugada que dio origen al primer tanto del Madrid. Pero la acción no es punible porque el brasileño tiene la mano apoyada y ésta está precedida por una falta previa de los bermellones, aunque De Burgos Bengoetxea acertó al aplicar la ley de la ventaja.
La diana de Bellingham llegó en el minuto 63 después de una jugada rocambolesca en la que Rodrygo dio al palo y Mbappé tampoco encontró suerte de cara a la portería de Dominik Greif.
El Madrid, superior de principio a fin durante todo el partido, amplió la ventaja en los últimos minutos con un tanto en propia puerta por parte de Martin Valjent y otro gol de Rodrygo, que ‘cazó’ una buena asistencia de Lucas Vázquez.
La regla, meridiana
El tanto de Bellingham, precedido por la mano de Rodrygo, fue totalmente legal y la normativa es muy clara al respecto, al entender que una mano no se considera infracción cuando ésta está apoyada o tiende hacia el apoyo.
“Si la mano está apoyada o camino del apoyo. Mano como herramienta de soporte para mantener el equilibrio. Si el jugador cae y la mano o el brazo quedan entre el cuerpo y el punto de apoyo en el suelo, pero no alejadas del cuerpo hacia un lado o en vertical”, éste es el supuesto en el que puede subsumirse la acción de Rodrygo.
Además, el reglamento tampoco prevé sancionar las manos en posición natural y las manos pegadas y/o próximas al cuerpo (“Si la mano o el brazo están cerca del cuerpo y no se encuentran en una posición antinatural con la que se consiga ocupar más espacio”).