Cuando Carvajal se fue al suelo en el partido ante el Villarreal, se echó las manos a la cara y empezó a gritar nos temíamos lo peor. No eran buenos augurios el hecho de que intentara ponerse de pie pero tuviera que abandonar el césped en camilla y que saliese del Bernabéu en ambulancia para hacerse pruebas. Finalmente, una triple rotura en su rodilla fue el resultado.
Compañeros, rivales e incluso personalidades ajenas al fútbol quisieron mandar mensajes de ánimo al lateral, que en su primer mensaje aseguró que ya estaba centrado en volver, en recuperarse y hacerlo más fuerte que antes. Eso es ahora mismo en lo que Dani se tiene que concentrar, en que todo siga los planes y que pueda estar al cien por cien.
Mientras él hace eso, el club tiene otra misión, encontrar la forma de que no se note la baja del mejor lateral derecho del mundo. Estamos hablando de un claro candidato al Balón de Oro, que el curso pasado levantó Liga, Champions y Eurocopa, por lo que Carletto le ha confesado a Davide que su lesión “es la peor noticia” ya que considera que es un jugador insustituible.
Pocas opciones para Ancelotti
La temporada pasada, la presencia de Nacho hacía que tuvieran un comodín para esa banda derecha, pero sin el capitán, será Lucas Vázquez el único jugador que puede ejercer en esa demarcación, a expensas de lo que se decida en el club sobre acudir al mercado invernal pensando en incorporar un posible parche para acabar la temporada con un recambio.
De lo contrario, las pocas opciones que le quedan a Ancelotti parecen soluciones de emergencia más peligrosas que la de utilizar a Tchouaméni de central. Militao ya jugó ahí en el Oporto, y a Fede Valverde también le vimos cuando Zidane era entrenador del conjunto merengue, sin embargo, no parece que sea el escenario ideal.