Después de 3 pinchazos consecutivos, el Barça empezó a criticar los arbitrajes intentando buscar una excusa. Unos lloros que parecen haber tenido sus consecuencias. Y es que sonríen después de ver la designación arbitral para el Girona – Real Madrid.
Mientras todavía sigue coleando el caso Negreira, que sigue estando en manos de un juez, las competiciones siguen. Y parece que en LaLiga han tomado la decisión de actuar tras las quejas del Barça. Y es que es muy sospechoso lo que va a ocurrir por tercer partido consecutivo.
Ante el Getafe, Hernández Hernández regresó al Bernabéu mucho tiempo después para arbitrar al Real Madrid. En San Mamés fue Sánchez Martínez quien además tomó polémicas decisiones. Y para el próximo encuentro frente al Girona, han decidido colocar a Gil Manzano.
3 colegiados expertos en actuaciones controvertidas contra el Real Madrid, justo cuando peor lo estaba pasando el Barça. Hay que recordar que Gil Manzano tiene un precedente peligroso. Fue el que pitó el final del partido en Mestalla la temporada pasada cuando Bellingham remataba un balón que acabó en gol.
Con San Mamés todavía en el horizonte
El Real Madrid tiene que ganar en Montilivi si no quiere descolgarse después de la derrota en San Mamés. Sin embargo, todavía aparece en el horizonte lo que ocurrió este pasado miércoles en Bilbao. Y es que la polémica arbitral fue la gran protagonista del encuentro.
No quisieron ver, ni Sánchez Martínez ni el VAR, un penalti sobre Mbappé después de un clamoroso agarrón. Pero desde las Rozas sí que llamaron al colegiado para que viera otro sobre Rodrygo. El brasileño caía dentro del área después de que el defensor del Athletic no tocara balón.
Sánchez Martínez revisó la jugada, y a pesar de que cuando el VAR llama a los colegiados suelen cambiar de opinión, en esta ocasión no fue así. Una decisión muy llamativa y que aumenta la polémica que todavía puede ser mayor. El Barça respira tranquilo después de ver como sus quejas tienen efecto.